viernes, 27 de octubre de 2006

Otoñal



(...)

Cayeron tus palabras,
igual que la hojarasca,
y a otra vieja estación las barre el viento…

Fragmento de "Estaciones perdidas".© Esther Garboni, 2005.

lunes, 9 de octubre de 2006

Oración



Los sábados de resaca,

el melocotón con sal,

la página de sucesos,

la tormenta...

El día después de un examen,

el mechero de una amiga,

una pelusa debajo de tu cama...

El nomeacuerdo,

un yaseverá,

el notevayastanpronto

y esperaqueseacuestemimadre...

Los años, los días, las canciones,

las sábanas de franela,

las botas de agua, sin charco en que saltar...

Las horas, los minutos, las cinco estaciones,

el perdón de los pecados y mi vida entera.
Amén.
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Garboni, 2006.
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martes, 12 de septiembre de 2006

ALBADA





Ella robaba al tiempo calendarios.

Él desandaba los caminos.

Dormidos en los brazos

de una última palabra,

navegaban de un mar a la deriva,


sin tabla de promesa a la que asirse.

La noche era de espuma entre sus dedos

y el cielo amenazaba en alborada.

Amaneció deprisa y sin aviso.

Se izó en el cielo el desamparo

y una luz nueva

rompió sus sueños para siempre.



Ella llenó de versos su maleta.

Él se dejó en el suelo la esperanza.




© Esther Garboni, 2005. En "Piedra del Molino", Primavera 2006.


















lunes, 11 de septiembre de 2006

SOLEDAD




© Esther Garboni, 2006
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sábado, 26 de agosto de 2006

DAME








Dame tu sombra fiel
en esta tarde de agosto
en que ya nadie queda.

Dame el cobijo
silencioso y sincero
de los hermanos.

Dame tu risa fresca
que canta al viento
y al alma ampara.

Dame la vida,
dame...


Prometo, a cambio,
ser la voz que te falta.





© Esther Garboni, 2006

lunes, 14 de agosto de 2006

MAR

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Vas tan lejano, amor,
que parece que el mar
se haya tragado
definitivamente tu mirada.
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© Garboni, 2002.

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domingo, 13 de agosto de 2006

EL BESO DEL BÓSFORO






Aunque caiga la noche;
aunque el imán ya esté
llamándonos al rezo;
hoy no me duermas,
no me cuentes más cuentos,
quiero estar bien despierta.

Aunque caiga la noche;
quiéreme sin palabras,
bésame sin los labios
que ayer gastaste
hablando con los viejos mercaderes
del bazar de los sueños.

Aunque caiga la noche;
cúbreme de canela,
de pimienta, de clavo, de claveles…
y danza para mí,
cuando caiga la noche.


Turquesa es tu mirar,
aunque caiga la noche.
Turquesa como el agua
del Estrecho del Bósforo.


© Esther Garboni, 2006.

AMISTAD



Homenaje a Juan Ramón Jiménez.


Vino desnuda de domingo,
en sus bolsillos sólo
palabras verdaderas;
y en sus labios, misterio;
y en su corazón, calma.
Bajo este cielo de Moguer
que alegre presta al triste
limpia su luz
y el tiempo dentro;
bajo este cielo plácido,
que nace, como el pueblo, cada año;
bajo esa fría estatua
del que pasea
por donde él ya no está,
y que ha quedado en pie cuando se ha muerto;
bajo su techo…
curé, enfermos, mis pasos
y hallé a la poesía,
que a misa iba vestida de silencio,
mirándome a los ojos,
universal y eterna.

Me fui vestida de esperanza
y mis bolsillos llenos
de piedras y de cielo;
tranquilidad violeta,
hermanada en batallas.






© Esther Garboni, 2005.
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sábado, 15 de julio de 2006

Encuentro


SONETO







No son versos de amor, ni de agonía.

No me lleva, esta vez, la incertidumbre

a escribir, de unos ojos a la lumbre,

rimas que no han de ver la luz del día.


Serena esta mi voz, sin la sombría

duda que se aferraba como herrumbre

al postigo del tiempo, a esa costumbre

juvenil de quebrarme en poesía.



Si ahora tomo otra vez papel y pluma

es porque he vuelto a releer un nombre

al margen de un poema de Machado



y porque, por azar, entre la espuma,

parece que hoy las olas traen al hombre

que había en mis recuerdos naufragado.






© Esther Garboni, "Fiesta del soneto", Ateneo de Sevilla, 2006.



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jueves, 13 de julio de 2006

Shakespeare tenía una hermana.


"Shakespeare tenía una hermana; pero no busquéis su nombre en la vida del poeta escrita por Sir Sydney Lee. Murió joven... y, ay, jamás escribió una sola palabra. [...] Ahora bien, yo creo que esta poetisa que jamás escribió una palabra y se halla enterrada en una encrucijada vive todavía. Vive en vosotras y en mí, y en muchas otras mujeres que no están aquí esta noche porque están lavando los platos y metiendo a los niños en la cama. Pero vive; porque los grandes poetas no mueren; son presencias continuas; sólo necesitan la oportunidad de andar entre nosotros hechos carne. [...] Si nos hemos acostumbrado a la libertad y tenemos el valor de escribir exactamente lo que pensamos; si nos evadimos un poco de la sala de estar común y vemos a los seres humanos no siempre desde el punto de vista de su relación entre ellos, sino de su relación con la realidad... si encaramos el hecho, porque es un hecho, de que no hay ningún brazo al que aferrarnos, sino que estamos solas, y de que estamos en el mundo de la realidad y no sólo en el mundo de los hombres y las mujeres, entonces, llegará la oportunidad y la poetisa muerta que fue la hermana de Shakespeare recobrará el cuerpo del que tan a menudo se ha despojado.[...] En cuanto a que venga si nosotras no nos preparamos, no nos esforzamos, si no estamos decididas a que, cuando haya vuelto a nacer, pueda vivir y escribir su poesía, esto no lo podemos esperar, porque es imposible. Pero yo sostengo que vendrá si trabajamos por ella, y que hacer este trabajo, aun en la pobreza y la oscuridad, merece la pena."
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Una habitación propia. Virginia Woolf
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miércoles, 12 de julio de 2006

O NO DIGAS NADA

No grites tu nombre,
no rompas la calma,
dímelo al oído
o no digas nada.
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© Esther Garboni, 2006