Me lo había propuesto: dejaría de beber, no volvería a confiar en la gentileza de los desconocidos, nunca más comería salsa al pesto y, lo más importante y fundamental, me había prometido a mí misma que nunca, por muy buena y tentadora que fuera la oferta, regresaría a París.
(Inicio de "Y no volver a París", Imágenes y texto © Esther Garboni, 2011)
sábado, 21 de enero de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)