A veces se cierran puertas para siempre,
otras, solo temporalmente.
Quien ama el arte en todas sus manifestaciones
sabe que, por más portazos que reciba,
por más cerrojazos que oiga,
por más aculturación a la que sea sometido,
por más crisis que le anuncien,
por más excusas que encuentre,
por más mentiras que compre...
el espectáculo, cualquiera que sea su manifestación,
debe siempre continuar.
Esa puerta, señores, esa puerta no se cierra.
Crear es libre.