Un poema mío de Tarjeta de embarque ha amanecido tatuado
en la piel de asfalto de Madrid,
gracias a un proyecto de los artistas urbanos de Boa Mistura,
que llenan de poesía los pasos de peatones de la capital.
No grites tu nombre, no rompas la calma, dímelo al oído o no digas nada.
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