viernes, 15 de octubre de 2010

Mírate y mírame




Los espejos no hacen distinciones, -dice mamá- guapos o feos,

a todos nos reflejan.

Nosotros, ya ves, nunca los vemos

sólo nos miramos a nosostros mismos

y, a veces, incluso nos disgustamos

por lo que en ellos vemos.

Una vez un espejo me ofreció una imagen

que quisiera recuperar,

pero ese préstamo sólo dura instantes.

Hay personas espejo -dice mamá- y nunca nadie los ve.



© Esther Garboni, 2010


1 comentario:

Conso dijo...

También como un espejo la vida nos devuelve su mirada de las cosas y tú sabes como nadie mostrárnosla con palabras tan bellas como éstas