lunes, 3 de diciembre de 2007

QUERENCIA


Ya no hay cigüeñas
que nos miren al paso;
con ellas se marcharon
palabras que en tus labios dibujaban
sonrisas que a mis ojos ofrecían
mensajes que secretos tristes eran.

Ya no hay cigüeñas
que aniden en tus manos
y, a las horas en punto,
vuelen como campanas
alegres tras la niebla.

En migración,
también nuestras aladas
promesas se marcharon
sin brújula, sin norte ni esperanza.

Quién sabe si otro otoño
vendrán con la estación,
cruzando otras fronteras,
en busca de tu voz al mismo cielo.

1

1

Foto y texto: © Esther Garboni, 2005.

2 comentarios:

Lugia dijo...

¡Qué hermoso! No dejes de escribir... y hoy creo que te he visto saludándome, aunque no estoy seguro, así que si eras tú te pido perdón por no haberte devuelto el saludo... T_T Un día iré a visitarte;)

Anónimo dijo...

Ies Alto Guadiato. Pepe Fdez. ¡que sorpresa encontrarte en el oceano¡sigues tan guapa y ademas escribiendo esas maravillas¡ A veces los recuerdo emergen como hadas del pantano. Un abrazo.